Marieham, Åland Islands. Finlandia.

Agosto 8 de 2021. "Poco a poco voy perdiendo La claridad de tu retrato Pero no olvido ni un segundo El dulce tacto De Tus Manos" 🎶 Canta, Silvana. Recuérdame con cada churco de tu voz todas las razones que tengo para llorar. Hoy estoy en una Islita de Finlandia. Me vine a un crucero a explorar con Marisu y sus amigos. Tomamos un bike tour de 40 kilómetros. Vi cosas que no había visto nunca. Es lindo aquí, aunque me cuesta entender cómo la gente vive así por voluntad propia - en lugares tan pequeñitos y tan alejados. Es extraño pensarlo. Aquí se vive en calma absoluta pero completamente removidos del mundo; de todo lo malo pero también todo lo bueno. Existe Marienham como en su propia burbuja. Cómo en su propia realidad. Esta semana pasé del sofá de Marisu al sofá de Faris. Dios me bendice con mis muchos amigos que me reciben la con los brazos abiertos, pero después de dos semanas de sofá en sofá , me di cuenta que no había tenido tiempo de estar conmigo misma. Not really. Ayer estaba en Tallinn y después de que Faris se fue del apartamento me senté a escuchar esta misma canción que escucho ahora y una cascada de lágrimas se desató en mis ojos. Entonces fue cuando para mi great great surprise, noté que desde que llegué a Estonia no había estado sola. Not really. "Y si yo hubiera sabido Que para ti yo era tan poco Hubiera sido más prudente Al entregarte el corazón" 🎶 Lloré largamente de la forma en que no me hubiera atrevido a llorar en público - o frente de Mari o Faris. Sin pudor. Con todos mis mocos. Con suspiros y pequeñas pausas para tomar fuerza y seguir llorando. Lloré por los recuerdos y por las cosas que viví en estos últimos meses pero también por las que se quedaron pendientes. Lloré de indefensión y de odio a sentirme vulnerable porque sólo Dios sabe cuánto odio sentirme así. Lloré de impaciencia porque estas cosas ya no deberían pasarme. Lloré porque en el fondo siento compasión y entiendo por qué pasaron. Creo que lo que más me afana de conseguir un apartamento a dónde mudarme, no es tener donde guardar mis cosas, sino tener un sitio para poder estar sola y llorar tranquila. Un pequeño nido donde pueda guardar mis pensamientos y el eco mi voz.